Carlos III, al igual que su padre Felipe V, tenía una gran afición por los relojes y en especial por los de fabricación inglesa, sin embargo, son pocos los ejemplos conservados anteriores al reinado de Carlos IV y aún menos los modelos ingleses como el presente reloj tipo Bracket. Fabricado para el despacho del rey, cuenta con una maquinaria realizada en Londres por Martinaeu, y una caja elaborada en el taller dirigido por Canops, según los diseños establecidos por Gasparini, en armonía con todo el mobiliario y los paneles murales de marquetería que formaban conjunto en los despachos del rey.
En este retrato el futuro rey Carlos III se muestra según la moda española, con peluca corta, coleta en la nuca y bucles. El caballo en corveta –erguido sobre las patas traseras, en un ejercicio de maestría y equilibrio por parte del jinete–, recuerda al modelo utilizado por los hermanos Foggini en un retrato también de Carlos de Borbón anterior a este. Tal pose denotaba un significado alegórico.
En esta pieza se muestra a Carlos de Borbón, antes de ser rey de España, según la moda francesa con peluca larga, rizada y suelta. Al igual que en el retrato anterior, el caballo adopta una postura en corveta y se adorna con similares jaeces. Ambas obras fueron realizadas en Florencia durante los meses que pasó allí, en 1732, de camino a sus estados de Parma y Piacenza.