La pieza estrella de la exposición, es sin duda, la Dama del Armiño de Leonardo da Vinci. Por primera vez se exhibe en España una de las escasas pinturas indiscutidas del gran maestro italiano. Representa a Cecilia Gallerani, amante de Ludovico el Moro, duque de Milán, que tendría aquí 17 años.
Por su profundidad psicológica, este cuadro está considerado uno de los primeros retratos modernos de la historia de la pintura. La enigmática expresión, la delicadeza de la mano y la magistral anatomía del armiño, llevan el sello inconfundible del artista italiano.
Es una de las pocas obras de este tipo de Virgen que hay en Europa. Está relacionada con las experiencias místicas de las benedictinas francesas y con la devoción mariana de Bernardo de Claraval (1090-1153).
Formalmente es deudora del arte checo y del tipo de Virgen que gozó de popularidad en Silesia y Pomerania. Nuestra Señora de Klonówka es una versión particular de la Mater Misericordia, posiblemente su singular combinación de diversos motivos sea una traslación visual de himnos litúrgicos.
El tapiz forma parte de una serie de la Historia de Noé que deriva de la realizada en Bruselas hacia 1550 para el rey Segismundo II Augusto Jagellón. Margarita de Parma, gobernadora de los Países Bajos entre 1559 y 1567, pidió a Felipe II que autorizara la realización de una serie (el rey de España tenía el derecho exclusivo sobre los uso de los cartones). Tras obtener la autorización de Felipe II, Pannemaker tejió la nueva edición.
La serie realizada para Margarita era la cuarta basada en los cartones de Coxcie (incluyendo la editio princeps de Wawel), y la tercera española tras las dos versiones que se hicieron para Felipe II, de las que se conservan tres paños en Patrimonio Nacional.
El libro contiene dos estampas publicadas en Amberes en 1579 y 1581, está lujosamente encuadernado, con joyas y bordados realizados por Ana Jagellón (1523-1596), esposa de Esteban Báthory (1533-1586). La reina lo entregó a la Biblioteca del Collegium Maius durante la visita que realizó el 24 de abril de 1584.
En estilo del Renacimiento tardío, la encuadernación es de terciopelo rojo bordado con hilo de oro y plata, perlas, coral y cuentas de vidrio azul. En ambas tapas figura el águila de los Jagellón bordado con perlas sobre un dibujo de base realizado, con las garras y el pico en plata dorada.
En el siglo XVII, el arte de la relojería tuvo un gran desarrollo en las principales ciudades de Polonia. Destacan especialmente, por la maestría de su ejecución, los relojes de sobremesa, con la esfera en el plano horizontal y una caja de bronce o latón de cuatro o seis lados.
El Museo Nacional de Cracovia atesora el mejor conjunto de relojes de este tipo en Polonia. De singular importancia son los realizados por Jakub Gierke (activo en Vilna en 1616-1664), de cuyo taller provenían dos ejemplares que estaban en la Academia de Ciencias de Cracovia y que en 1891 pasaron al Museo; un tercero engrosó la colección en 1936.
El 21 de mayo 1674, y para alborozo de la nobleza allí reunida, la Dieta proclamó rey de la Mancomunidad a Juan Sobieski. Los votantes veían en él a un hombre providencial que como soberano haría revivir al país. La participación de Sobieski en varias campañas militares retrasó la coronación, que finalmente se celebró el 2 de febrero de 1676. Juan III Sobieski y María Casimira (1641-1716) fueron coronados por el primado Andrzej Olszowski (1621-1677) en la catedral de Wawel.
Estanislao II Augusto Poniatowski adquirió este cuadro junto con otro también firmado y fechado por Rembrandt, el Erudito en su atril, ambos entre los más valiosos de la colección del monarca.
El pintor se interesa por la representación del espacio y por captar el movimiento. Para producir la ilusión rompe el espacio pictórico incluyendo en la obra un marco de cuadro y situando detrás a la modelo, que además traspasa esa frontera adelantando las manos hacia el espectador.
La tabla perteneció a la colección de Atanazy Raczyński, una de las figuras más destacadas del coleccionismo en Polonia. Lo que más le interesaba a Raczyński era el arte de la Antigüedad clásica, aunque también coleccionó obras de artistas contemporáneos, especialmente alemanes del Romanticismo tardío y del grupo de los Nazarenos (siglo XIX).
La obra debe ponerse en relación con un tipo iconográfico que se remonta al siglo XV y en el que se suele representar a María Magdalena leyendo. El Maestro de las Medias Figuras Femeninas y sus contemporáneos Adriaen Ysenbrandt (activo 1510-1551) y Ambrosius Benson (h. 1495-1550) desarrollaron ese tipo conforme a las exigencias de la pintura profana de la época.
Esta pequeña tabla estaba destinada a la devoción privada. Bouts pintó varias versiones de la Anunciación. Todo parece indicar que el autor de esta tabla conocía bien la obra de Bouts, e incluso que pudo formar parte de su taller. No obstante, la composición no se repite exactamente en ninguna de las obras que se conservan del maestro flamenco.