La Unesco incorpora el Archivo de la Oficina de la Guerra Europea a la Memoria del Mundo
Contiene 182.868 solicitudes de ayuda para localizar, repatriar o indultar a soldados de la Primera Guerra Mundial
Fue la primera dependencia de la Casa Real en contratar a mujeres para ocupar puestos de gestión administrativa
Los fondos de la Oficina de la Guerra Europea de Patrimonio Nacional han sido reconocidos por la Unesco como una fuente documental esencial al incluirlos en su programa Registro de la Memoria del Mundo. Es el décimo archivo español que accede a esta lista mundial en la que figuran, entre otros, el Archivo General de Simancas, el fondo Ramón y Cajal, la Biblia de Gutenberg o los manuscritos originales del diario de Ana Frank.
La Oficina de Guerra Europea desarrolló una labor pionera en el mundo y llegó a gestionar más de 180.000 peticiones de ayuda provenientes de 50 países. Se considera el testimonio más valioso de la labor humanitaria y diplomática de España durante la Primera Guerra Mundial. Los expedientes del fondo reconocido por la Unesco son solo una parte de lo que conserva el Archivo General de Palacio, en el Palacio Real de Madrid. Su director, Juan José Alonso, afirma que “este reconocimiento internacional honra la memoria y el esfuerzo colectivo de quienes trabajaron en la Oficina, pero también convierte al Archivo en un símbolo de la solidaridad y la diplomacia española”.
La infraestructura de la Oficina estuvo activa entre 1915 y 1921 y surgió como iniciativa personal del rey Alfonso XIII. Como jefe de Estado de un país neutral, desde el comienzo del conflicto recibió cartas de personas anónimas, familiares o amigos de soldados que solicitaban la intercesión del monarca para obtener información sobre su paradero, tramitar las peticiones de indulto, enviar objetos personales y, en peores casos, repatriar heridos y enfermos. El enorme volumen de solicitudes que llegaba motivó la puesta en marcha de una oficina para tramitarlas: la Oficina de la Guerra Europea, que se ubicó en la cuarta planta del Palacio Real de Madrid y llegó a tener a más de 40 personas en plantilla.
182.868 expedientes gestionados, con cartas de Puccini, Nijinski y De Gaulle
Todas las peticiones de ayuda eran archivadas junto con el resultado de las investigaciones. Los trabajadores de la Oficina idearon un procedimiento basado en fichas codificadas por colores según el país o el asunto de la solicitud. Con este sistema lograron agilizar los trámites diplomáticos y las respuestas, escritas en inglés, francés, italiano y alemán. Entre los nombres más célebres que firmaron las cartas al rey figuran el bailarín Vaslav Nijinsky, el compositor Giacomo Puccini, el escritor Rudyard Kipling o el general Charles de Gaulle.
Las mujeres tenían una presencia importante entre los solicitantes de ayuda, pero también entre aquellos encargados de leer la correspondencia. De hecho, la Oficina de la Guerra Europea fue la primera dependencia de la Casa Real en contratar a mujeres para ejercer tareas administrativas, hasta entonces reservadas solo a los hombres. Muchas de las cartas iban dirigidas a la reina Victoria Eugenia de Battenberg, apelando a su condición de esposa y madre.
El archivo mejor conservado sobre la labor humanitaria en la I GM
Los técnicos del Archivo General de Palacio han catalogado y digitalizado este ingente fondo documental para ponerlo a disposición del público. El fondo de la Oficina de la Guerra Europea puede consultarse íntegro en la web de Patrimonio Nacional a través de este enlace. La oficina fue protagonista de la exposición temporal Cartas al rey: la mediación humanitaria de Alfonso XIII en la Gran Guerra, que recibió a 300.000 visitantes entre 2018 y 2019.
La Galería de las Colecciones Reales también incluye en su colección permanente un valioso conjunto de cartas, expedientes y fotografías de la Oficina de la Guerra Europea que se renueva periódicamente por razones de conservación. Además, Patrimonio Nacional ha producido un vídeo documental sobre este legado, disponible en inglés en el canal YouTube de la institución.
Memoria del Mundo de la Unesco
El programa Registro de la Memoria del Mundo, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), tiene como misión preservar y difundir el patrimonio documental más valioso de la humanidad. Selecciona los archivos que incluye mediante un riguroso proceso de evaluación basado en criterios como su importancia histórica, la rareza del fondo y el estado de conservación de los fondos candidatos.
España cuenta con 17 inscripciones en este prestigioso registro, 10 individuales y otras 7 presentadas de forma conjunta con otros países. Entre ellas destacan las Capitulaciones de Santa Fe o el Tratado de Tordesillas. En 2025, además del Archivo de la Oficina de la Guerra Europea, España ha logrado la inscripción de otras dos candidaturas: una nacional, las cartas árabes conservadas en el Archivo de la Corona de Aragón, y otra multinacional, la colección de dibujos y escritos infantiles en tiempos de guerra en Europa (1914-1950), conservados en instituciones de varios países europeos. La tramitación de las candidaturas españolas está a cargo de la Comisión Nacional Española de Cooperación con la Unesco.