Venta en el mercado
Venta en el mercado es un cuadro de grandes dimensiones, dividido longitudinalmente por una mesa en la que se presentan numerosos animales de caza muertos.
El cuadro se incorporó a la Colección Real en la época de Isabel II, a través de una compra realizada al Marqués de Salamanca. Procede del Palacio Real de la Almudaina, en Palma de Mallorca y junto con otros tres espléndidos bodegones también del s. XVII decora las paredes del Comedor de Oficiales.
Estado de conservación
Soporte: la tela original es de lino fino y está compuesta por tres paños cosidos en vertical. La obra está reentelada, es decir, la tela original está adherida por el reverso a otra tela de ligamento y trama similar, y tensado sobre un bastidor biselado y con cuña. En la parte inferior del cuadro se encuentran interpuestos, entre el bastidor y la tela, concreciones de gran tamaño, posiblemente producto de la disgregación del muro en el que se encontraba colgado el lienzo. Esto ha producido grandes deformaciones y faltas de pintura. El reverso de la tela estaba muy sucio, con manchas oscuras producidas por hongos de humedad.
La tela original se encontraba agrietada en líneas verticales, siguiendo la trama de la tela, muy posiblemente producida por las dobleces que se hicieron en el lienzo en algún momento en que fue desmontada de su bastidor. Ambas telas estaban separadas en dichas zonas e incluso presentaban roturas. También había faltas de tela original, algunas de ellas estucadas, produciendo levantamientos.
Capa pictórica: tanto la capa de preparación como la pictórica son capas muy finas. Aparecían craqueladas en las deformaciones y en los agrietamientos de la tela original, con pequeñas pérdidas por toda la superficie, la mayoría anteriores a la última intervención, ya que se encontraban cubiertas de varias capas de barniz. Las pérdidas más recientes se han producido muy posiblemente por las concreciones del muro.
El cuadro ha sido restaurado en varias ocasiones. Repintes y estucos antiguos, algunos levantados, invadían la pintura original. Bajo el barniz y la suciedad aparecieron por toda la superficie muchas abrasiones y desgastes. Las zona inferior estaba especialmente afectada.
Capa de barniz: la capa pictórica estaba cubierta de barnices gruesos, oxidados y amarillentos.
Tratamiento realizado
El objetivo de la intervención ha sido tratar de recuperar la obra en toda su integridad, tanto material como estética.
Se han aplicado numerosos tratamientos al soporte, empezando por la limpieza del reverso, retirando los cascotes que se encontraban entre el bastidor y la tela y aspirando la arena y el polvo, aplicándose además un tratamiento para neutralizar los hongos.
Los movimientos de las telas habían afectado a la estabilidad de la capa pictórica, por lo que se realizó una fijación de color con cola orgánica, aplicando presión y calor. En aquellas zonas donde las telas estaban separadas fue necesario inyectar un adhesivo consistente, como es la coletta, para unir de nuevo las telas. Mediante la aplicación de presión y calor controlados se consiguió una perfecta adhesión.
Para poder observar las alteraciones correctamente se realizó una retirada del barniz y una limpieza de suciedad, repintes e intervenciones anteriores.
Había faltas de soporte que se encontraban ocultas bajo el estuco, pero al carecer de tela original se habían movido, provocando desniveles y riesgo de desprendimiento, así que se retiraron y limpiaron, subsanando la falta de tela original con injertos realizados con tela similar.
Durante la limpieza se fue descubriendo lentamente la pintura original que aparecía tras la eliminación de repintes, restos de cola y gruesos barnices oxidados. Los numerosos recubrimientos de la superficie pictórica impedían apreciar la composición.
Una vez estabilizado el soporte y limpia la capa pictórica, se realizó el nivelado de faltas, con estuco tradicional enrasado con el original. Se retiraron muchos estucos que cubrían el original, y todos los que tapaban faltas de soporte. En las faltas de soporte se aplicaron injertos de tela de grosor similar al original, en total se colocaron 13 injertos en toda la superficie.
Se reintegró el color con bases de acuarela y se aplicó a brocha una capa de barniz de intervención. Con pigmentos al barniz se ajustó el color de las faltas, desgastes, abrasiones y manchas. Finalmente se aplicó una capa final de barniz de resina natural por pulverización, para igualar brillos.
Esta intervención ha permitido recuperar una obra de gran calidad. Bajo los barnices envejecidos y amarillentos ha aparecido toda la riqueza cromática y la calidad pictórica de la obra original; las aves han recobrado su volumen y toda la escena ha ganado en profundidad.
Restauración
Esta intervención ha permitido recuperar una obra de gran calidad. Bajo los barnices envejecidos y amarillentos ha aparecido toda la riqueza cromática y la calidad pictórica de la obra original; las aves han recobrado su volumen y toda la escena ha ganado en profundidad

