El muestrario de rocas ornamentales del Palacio Real de Madrid
Con motivo de la exposición "Su majestad escoja. El muestrario de rocas ornamentales del Palacio Real de Madrid" celebrado en la Galería de las Colecciones Reales del 24 de abril al 7 de septiembre de 2025, se ha restaurado el muestrario de mármoles de la colección de Ciencias Naturales de Patrimonio Nacional. Se trata de un conjunto de ocho arcas que recogen 301 muestras de las canteras peninsulares exploradas durante la segunda mitad del siglo XVIII y que fue concebido como herramienta de elección de rocas ornamentales para revestir la arquitectura palaciega.
Estado de conservación y estudios previos
La restauración del muestrario parte de la necesidad de devolver la integridad estructural y estética al conjunto. El paso del tiempo, el propio uso, la degradación natural de los diversos materiales que lo componen, así como su almacenamiento, han producido una serie de deterioros que ponían en peligro la perdurabilidad de las piezas; como acumulación de suciedad, roturas, pérdidas y otros desperfectos por humedades en las listas de papel, en la madera, lana y en las piedras, así como pérdida de elementos estructurales, entre otros daños.
Ante esta empresa se procedió a realizar los estudios necesarios para el conocimiento profundo del muestrario, atendiendo por un lado a su aspecto constructivo mediante la observación de ensamblajes, cajeados, cierres y marcas, o las diferencias existentes al respecto entre las ocho arcas; por otro lado, atendiendo a su estética. Para ello, se utilizaron técnicas como la reflectografía de infrarrojos y, con la colaboración de diferentes especialistas de cada disciplina, se estudiaron todas las huellas presentes en las cajas además de los distintos materiales, desarrollando hipótesis de la evolución histórica del muestrario y, valorando a su vez, el grado de deterioro de cada uno de los materiales llegando a establecer un plan de actuación de conjunto que finalizaba sometiendo al muestrario a una atmósfera controlada (cámara de anoxia) durante 21 días.
Proceso
La intervención se inició con una limpieza por materiales, aspirando la suciedad superficial en cada uno de ellos (madera, textil, papel y piedra), realizando una limpieza química en aquellos que lo requerían puntualmente, como los galones de pasamanería, y una limpieza mixta (mecánica-química) sobre aquellas reintegraciones volumétricas de las muestras que estaban pulverulentas o desprendidas y sobre las reintegraciones cromáticas que no se ajustaban al original, distorsionando visualmente la muestra. Este tipo de limpieza también se llevó a cabo en los metales (hierro) de bisagras, aldabillas y hembrillas que facilitaban la apertura y el cierre de las cajas.
Seguidamente se realizó una consolidación por materiales, encolando las molduras de las cajas, sellando grietas y realizando injertos de madera en aquellos puntos en que el deterioro de la madera, o la pérdida de esta, no permitían a las bisagras cumplir su función estructural. Con este mismo fin, fue necesaria la reposición de cuatro de las bisagras en un avanzado estado de deterioro (cajas 2ª, 5ª y 8ª).
Igualmente fue necesario el trabajo de consolidación en el textil, tanto en los galones como en la lana abatanada que recubre todo el interior de las arcas, fijando los elementos deformados y/o desprendidos, mediante aplicaciones puntuales de cinta doble cara o puntos de fijación con hilo de seda del tejido original.
En cuanto a los elementos de papel, se consolidaron varias etiquetas de la trasera de las piedras (cajas 5ª y 8ª) y de los casilleros (cajas 4ª, 5ª y 8ª). También se trataron dos de las leyendas que registran las muestras en las cajas (5ª y 8ª). En estos casos el papel original y los fragmentos se laminaron con un papel japonés para devolverle unidad y consistencia.
Las muestras de piedra también han necesitado esta intervención de consolidación para recuperar su solidez estructural y reducir su vulnerabilidad de cara a futuros procesos de deterioro, procediéndose a la adhesión de fragmentos, sellado de grietas y reintegración volumétrica estructural en los casos necesarios.
Una vez obtenida la consolidación del conjunto se procedió a la protección de los materiales que así lo requerían. Al acabado de estuco se le aplicó una capa de goma laca como fijación y otra de cera como protección. En cuanto al metal (hierro) se aplicó una disolución de ácido tánico para inhibir la oxidación y una capa de resina acrílica para protegerlo y la intervención textil en las cajas 5ª y 8ª consistió en una reintegración del material perdido mediante injertos de lana y lino teñidos, añadiéndole una protección con Nylonet® ajustado al tono que matizaba el color del nuevo soporte, sujeto con puntadas de fijación al textil original, es decir, una consolidación-reintegración de los tejidos.
Por último, se realizó una reintegración cromática en algunas muestras de piedras, únicamente en aquellas en las que fue necesario por haberse llevado a cabo una reintegración volumétrica o por necesidad de realizar un ajuste de color de las intervenciones anteriores. El objetivo fue que tanto los patrones o temas como la gama cromática de cada una de ellas pudieran ser identificados geológicamente y, sobre todo, facilitar su lectura estética, entendiéndose el color como aspecto fundamental y razón de ser del muestrario.