Palacio Real de Madrid

Salón de Alabarderos

Sacchetti concibió este lugar como salón para la celebración de bailes y fiestas, con unas tribunas a la altura de las ventanas para situar a los músicos; pero Carlos III lo destinó a sala para la guardia y, por ello, Sabatini lo decoró del modo más sencillo posible con pilastras toscanas en lugar de la rica ornamentación que hubiera poseído.

El pavimento es de piedra de Colmenar y roja de El Molar, y sus losas estaban en principio destinadas al solado de la Galería principal que en este piso rodea el Patio.  

Esta noble sencillez no impedía desplegar la riqueza pictórica en el fresco, donde Gianbattista Tiepolo realizó una de sus obras maestras, Venus encomendando a Vulcano que forje las armas para Eneas. 

Hasta el siglo XX el mobiliario de esta sala era sencillísimo, reducido a bancos y otros objetos para uso de los alabarderos, pero desde el reinado de Alfonso XIII recibió un tratamiento más suntuario.  

A ambos lados de la chimenea se disponen cuatro de las ocho consolas de caoba y bronce dorado realizadas entre 1793 y 1802 según diseño de Francesco Sabatini para la Pieza de Comer o Saleta de Carlos IV en este mismo Palacio. Sobre ellas, relojes franceses y dos modelos, en bronce y piedras duras, de la fuente de los Cuatro Ríos que Bernini esculpió para la Piazza Navona de Roma.  

Encima, los lienzos son dos buenas copias antiguas de figuras pintadas por Rafael en la Stanza della Segnatura del Palacio Vaticano, y también se ven varios paños de la serie dedicada a la historia de José, David y Salomón, dirigida por Corrado Giaquinto y realizada en la Real Fábrica de tapices madrileña bajo reinado de Fernando VI con destino al cuarto del rey.  

A la misma manufactura corresponde el repostero con las armas reales sobre la chimenea. Del lado del Patio hay otras dos consolas de principios del siglo XIX en madera tallada y dorada, pero sus tableros son de mármol y escayola pintada, italianos del siglo XVII; sobre ellas, un hermoso modelo de templete monóptero, de finales del XVIII, de la manufactura del Buen Retiro, y otro en bronce de la Columna Trajana.  

En este salón también se puede contemplar el retrato "Familia de Juan Carlos I", obra del pintor Antonio López. El artista comenzó a trabajar en ella en 1993 y la concluyó dos décadas más tarde.

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