Interesante estudio de los denominados espacios afectivos de Felipe de Anjou en los Palacios de su abuelo; espacios físicos donde transcurren diecisiete años de su vida, que marcarán sus jóvenes afectos y habitarán después su sufriente psicología.
El artículo examina la historia de las 83 pinturas que están actualmente expuestas en Apsley House. La decoración originaria del Real Dormitorio de Carlos III constituía uno de los más elocuentes ejemplos de la integración de las artes elaborada en la ornamentación palatina por los dos principales artistas al servicio de aquel Monarca: el pintor Antonio Rafael Mengs y el arquitecto Francisco Sabatini.
A partir de las fuentes principales de las sonatas de Domenico Scarlatti, este artículo propone una nueva aproximación a las mismas desde una perspectiva codicológica. De este modo se establecen relaciones con otras fuentes tan diversas entre sí como algunos libretos de las óperas de Corte, la música para tecla de Sebastián de Albero y el manuscrito Fiestas Reales de Farinelli.
En el estudio recientemente publicado en el número 171 de la revista Reales Sitios, bajo el título de «Libros ilustrados con fotografías originales en la Real Biblioteca», realizaba expresa mención de la sugestiva edición del libro de Alfred G. Germond de Lavigne, publicado en París, en 1859, con el título de Itinéraire descriptif, historique et artistique de l’Espagne et du Portugal, por su carácter pionero dentro del género de la literatura de viajes, en atención al interés que despertaban sus originales ilustraciones fotográficas realizadas en papeles albúmina.
El 21 de septiembre de 1558 moría Carlos V en el sencillo palacete imperial del Monasterio de San Jerónimo de Yuste, situado en un lugar apartado de La Vera extremeña, que había sido escogido por él mismo para acabar sus días en él. El Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, el Señor de los Países Bajos, Archiduque de Austria, Rey de Nápoles, Sicilia y Cerdeña, y Rey de España y de sus posesiones americanas, había decidido en varios actos ceremoniosos, entre 1555 y 1556, renunciar voluntariamente a todos sus títulos y posesiones para retirarse a España, a la monástica soledad de Yuste, y dedicarse a sus pensamientos religiosos y a salvar su alma.