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Michiel Coxcie en la Celda Prioral Baja del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

La Celda Prioral Baja del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, destinada a servir de estancia al Prior durante el período estival, ha recibido a lo largo de su historia una espléndida colección de obras de arte.   En época de Felipe II la Celda acogió una importante representación de su colección de pintura flamenca, contándose entre ellas con la versión escurialense de El carro de heno del taller de El Bosco, entonces considerada enteramente original del pintor.  Habitualmente se muestran en ella todas las obras de El Bosco pertenecientes a las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional, que en la actualidad se encuentran formando parte de la exposición “El Bosco en El Escorial”, instalada en las Salas de Honores de este monasterio con motivo del V Centenario de la muerte del artista.

Por esta razón, se ofrece ahora la oportunidad de ver en esta sala y durante todo este año el conjunto casi completo de obras reunidas por Felipe II en el Monasterio de El Escorial de Michiel Coxcie (hacia 1499-1592), uno de los pintores romanistas flamencos más importantes del momento y uno de los más queridos por el rey y por sus antecesores –su padre Carlos V y su tía María de Hungría, Gobernadora de los Países Bajos entre 1531 y 1555-, de quienes heredó diversas obras.

La estética clasicista adoptada por Coxcie durante su estancia en Roma fue la principal causa de su éxito con Felipe II, ya que dicha corriente era la que mejor se ajustaba a los deseos de solemnidad, majestuosidad y claridad en el lenguaje requerido para la decoración del Monasterio,  y por tanto, la que mejor representaba la imagen religiosa propugnada por las autoridades eclesiásticas cercanas al monarca.

El altar de la Celda aparece presidido por una obra de su primer período, la Caída en el camino del Calvario, anterior a su viaje a Roma a partir de 1530, etapa fuertemente influida por su maestro Bernard Van Orley.   Fue una de las pinturas que acompañó al emperador Carlos V durante todo su retiro en el Monasterio de San Jerónimo de Yuste. 

El resto de las obras escurialenses de Coxcie presentes en la sala responden al sentido religioso flamenco de formas italianizantes, claramente imbuído por el arte de Rafael, a quien imita constantemente.  Prueba de ello es el David y Goliat, heredado de María de Hungría, basado en la escena del mismo tema de Rafael; o el Martirio de San Felipe, que fue realizado en homenaje al santo patrono del rey.   La Genealogíatemporal de Cristo muestra ciertos recuerdos de Leonardo o de Andrea del Sarto cuando pretende dar expresiones delicadas a las santas mujeres y niños.

En el techo abovedado de la Celda Prioral Baja puede verse uno de los conjuntos de pintura mural del siglo XVI más bellos del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,  y más cercanos al mundo romano-rafaelesco de Perino del Vaga y del Bergamasco, con una escena central del Juicio de Salomón rodeada de toda una arquitectura ilusionista, compuesta de lunetos fingidos con figuras sedentes en su interior y en las enjutas, obra del pintor italiano Francesco da Urbino entre 1581 y 1582. 

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