En este artículo tratamos de establecer la identidad formal del antiguo conjunto palacial que constituyera, en su origen, una parte significativa del edificio monástico subsistente, con su actual configuración, tras las importantes transformaciones a que fuera sometido en los siglos XV y XVIII para su establecimiento conventual: iglesia de la Comunidad de religiosas clarisas y residencia de las mismas, así como la adaptación a las condiciones necesarias para su uso.
En este episodio diplomático, que tuvo lugar durante el reinado de Carlos III, se perciben las relaciones políticas entre ambos países y las implicaciones artísticas que tales relaciones conllevaron. Se dan a conocer datos sobre la construcción de coches en Sevilla, sobre los mecanismos del encargo de las obras y sobre el interés de la Corona marroquí por los vehículos españoles y por el arte occidental en general.
Documentos hallados recientemente en el Archivo General del Palacio Real de Madrid demuestran, con todo lujo de detalles, cómo Manuel Godoy, el Príncipe de la Paz, consiguió diez tapices grandes basados en cartones de artistas contemporáneos (Goya, Maella, Bayeu, Andrés de Aguirre, Castillo y González Velázquez) del Real Oficio de la Tapicería, para decorar un amplio salón en su palacio madrileño a principios de 1804.
Entre las décadas de 1840 y 1890, en ocasiones conjuntamente con grabados y dibujos, y en otras como única forma de ilustración, la fotografía, con la frescura de su montaje manual, va a generar un corpus bibliográfico, con un nivel de detalle y autenticidad que superará a todos los sistemas anteriores de representación. La Real Biblioteca custodia en torno a un centenar de este tipo de publicaciones que, de forma detallada, queremos dar a conocer.