En 1803 el Conde de Paroy, Jean Philippe-Guy Le Gentil (1750-1824), ofrece al Rey Carlos IV una Colección de 98 estatuas de bronce que se componen «de muchas figuras pertenecientes en otro tiempo al Guardamuebles de la corona de Francia», este artículo desvela la historia de estas y otras figuras de la colección de bronces de Patrimonio Nacional.
El tema de las exequias y los túmulos funerarios que acompañaban al fallecimiento de los miembros de la realeza ha sido siempre objeto de estudio. En España, desde el siglo XVI, y durante toda la Edad Moderna, se organizaron grandes ceremonias funerarias y se levantaban unas escenificaciones acordes con los relevantes personajes a los que iban dedicadas, basadas en una decoración que transformaba los interiores de los templos.
Gracias al análisis del conjunto documental, gráfico y escrito, extraído de la Colección Rabaglio es posible plantear la recreación del proyecto palatino que diseñara el arquitecto, como forma de exaltación de la magnificencia y del nuevo papel de representación política de Isabel de Farnesio.
Fernando VI fue un gran coleccionista de bastones y cajas de oro, objetos adornados en muchos casos con un pequeño reloj alojado en el pomo o en la caja. El monarca heredó de su padre Felipe V un importante número de relojes fabricados sobre todo por relojeros ingleses y enriqueció esa colección real con la adquisición de otros mucho ejemplares. Este artículo ahonda en los origenes de la colección.