El dios Jano entre el invierno y la primavera
Joan Werner; Fábrica Bach
Descripción
Abanico con varillaje (13 + 2) y fuente de nácar blanco tallado, grabado, puntillado y calado, con aplicación de nácar burgau en el fondo. El varillaje trabado es de perfil recortado y está decorado con tres medallones escutiformes con figuras de amorcillos, representando el central una alegoría de las artes. Los medallones se encuadran con láureas caladas en marcos de liras y a su alrededor constan rejillas y columnas ornamentales con espejos puntillados.
Las guardas están talladas, grabadas y caladas y repiten los motivos calados de espejos, celosía, instrumentos musicales –flauta, gaita– y en lo alto un amorcillo con carcaj, sobre fondo de nácar. El clavillo tiene una roseta de oro tallado con figura de sol y en su centro un remache de plata con un brillante engastado.
El país es doble de piel de vitela, con un amplio vuelo con ribete plateado y dimensiones notables. Está pintado a la aguada y temple con toques de acuarela, y dorado en los bordes.
El anverso se decora con una escena mitológica de carácter alegórico. El dios romano Jano, con doble rostro de anciano y joven, se dispone a cerrar la puerta del año que termina, simbolizado a la izquierda en el Invierno. Bajo una atmósfera tormentosa, el anciano que lo personifica se cubre con un manto para guarecerse del granizo, la lluvia y el viento, que lanza Bóreas junto a otro dios más joven. A la derecha, sobre un cielo despejado de nubes en calma, la joven Primavera esparce guirnaldas de flores. Ha sido transformada por el abrazo de Céfiro –abajo, junto a Jano– y de Flora, que situada en alto, luce su belleza mientras va acompañada de amorcillos y una victoria, cargada de flores y frutos. Los bordes están decorados con ramilletes de crisantemos y violetas con las hojas perfiladas en dorado. En el ángulo inferior derecho está marcada la flor de lis de Isabel de Farnesio.
El reverso ha sido recompuesto. La decoración lleva un anagrama central pintado en reserva con las iniciales “MC” de la reina María Cristina de Habsburgo. Las letras encierran el escudo real de los Borbones –las tres lises– con timbre de águila bicéfala explayada, de la casa de Austria. El anagrama está rematado con una corona real sostenida por dos pajes tenantes que ostentan las armas simplificadas del reino de España (el castillo y el león). Las iniciales han sido dibujadas de acuerdo con la caligrafía ornamental de finales del siglo XIX.
El país de Jano aparece citado en el asiento 901, 10ª del Inventario General de Pinturas de 1746 (Archivo General de Palacio, San Ildefonso, caja 13.568). Formaba parte de la serie de 31 países enmarcados por la reina Isabel para conservarse como pinturas, dada su calidad artística. Cinco de ellos, perdidos durante la Revolución de 1868, fueron adquiridos de nuevo por el rey Alfonso XII, quien mandó a la Casa Bach de Madrid reconvertirlo en abanico como regalo a la reina María Cristina de Habsburgo. La montura de nácar tallado y el dorso con el anagrama posiblemente se fabricaron en los talleres valencianos.
Según la identificación de Olivier Lefeuvre, la escena de Jano ha sido tomada del grabado de Robert Van Audenarde a partir de la pintura original del italiano Carlo Maratta, Jano abriendo las puertas del año o cerrando las puertas de la guerra. Su composición y estilo es idéntico al abanico del Museo Cívico de Arte Antiguo de Turín (nº inv. 194/OV), aunque en este caso no llegó a aplicarse color, cuyo dorso está firmado por Joan Werner en Roma, 1731. Otro abanico con el mismo tema se conserva en la colección de la Worhsipful Fan Makers Company de Londres, y un tercero fue localizado en el comercio de antigüedades de París en 2014.
En la iconografía occidental moderna, el dios Jano aparece como símbolo del tránsito de una era a otra, que bien podría equipararse al cambio de dinastía en el reino de España, evocando la confianza en un porvenir despejado. La presencia del joven Céfiro que aleja los vientos tormentosos podría ponerse en relación con la impresa del bisabuelo de la reina, el duque Ranuccio Farnese: “Pellit et atrahit” (el viento que aleja (el mal) y atrae (el bien)).
Otro abanico con el mismo tema se conserva en la colección de la Worhsipful Fan Makers Company de Londres.
Ficha técnica
Bibliografía
Valverde Merino, J. L. Abanicos del siglo XVIII en las colecciones de Patrimonio Nacional, Madrid, 2007, pp. 110-113 y 290-291.