Espiral en hierro que apoya sobre un tronco de madera. Esta obra forma parte de una de las series más célebres del artista. En 1959, realiza su primera escultura sobre el tema del viento, asunto al que recurrirá con frecuencia a lo largo de las dos décadas siguientes y que constituye uno de los temas fundamentales de su obra. Se trata de una extraordinaria síntesis de un elemento de la naturaleza, el viento, a través de una elegantísima metáfora, la espiral.
Para comprender el significado de esta serie dentro de la obra del autor, es necesario recordar sus orígenes biográficos, ya que supone una interesante simbiosis entre tradición cultural y expresión personal. Martín Chirino comentaba a propósito de su obra en La reja y el arado (texto de 1959): “La sitúo en el paisaje infinito, como el árbol o la piedra. En esta similitud, mi obra no es un gesto sino una presencia. (...) persigue la simplicidad, carente de adherencias y elementos postizos. Intenta fluir en el espacio creciendo desde dentro. Es orgánica en sus formas.”
Se trata de una escultura abstracta, con composiciones volumétricas en las que es tan importante la masa como el vacío. Se aspira con un mínimo de materia a un máximo de espacio, transmitiendo al espectador el sentido de amplitud, de fuerza y de velocidad propios de la acción del viento en plena naturaleza.
La espiral es un elemento formal esencial en la obra de Chirino. Presente en el arte primitivo canario, también es frecuente en otras culturas, vinculándose al origen del universo y a su evolución constante, representa una fuerza que crece hacia fuera alrededor de un punto fijo. En este caso, la espiral está totalmente cerrada, compacta, concentrada sobre sí misma, girando en dirección de las agujas del reloj.
El hierro forjado constituye otro de los componentes fundamentales en esta serie de los vientos. El artista recupera la tradición española de la forja, alejada de los materiales tradicionalmente utilizados en la escultura académica, que vincula a Chirino con los maestros de la escultura española contemporánea, como Julio González o Pablo Gargallo.