Traje de cristianar
El rey Alfonso XIII fue bautizado en la capilla del Palacio Real de Madrid el 22 de mayo de 1886. Se conserva el plano de la Capilla con la distribución de zonas para el público, y la relación de asistentes; así como este traje de cristianar que lució para recibir el Sacramento que se compone de un faldón y una capita. El faldón está realizado en seda color salmón, sin mangas, de talle alto, bordado con motivos de cintas y coronas de laurel, rematado por un volante y con un lazo en la parte trasera, a la altura del talle. La capita también realizada en seda color salmón, tiene bordados en oro ramos de flores, guirnaldas, y collares del Toisón; y está rematada con encaje en la parte inferior y nido de abeja en la parte superior. Lógicamente se emplearon en su confección los mejores materiales: raso de seda y aplicaciones de oro bordadas. Los adornos con el Toisón de oro remiten a la figura regia de su poseedor.
El traje de bautismo es, por antonomasia, el traje infantil de más ceremonia. Desde el siglo XVIII, se componía de un faldón y un capillo complementados en ocasiones por un gorro, sin diferenciar el género del bebé, ni en el corte de las prendas, ni en sus adornos, ni en el color, siendo los colores blanco y crema los más usuales para su confección.
Este traje fue una donación a las Colecciones Reales de la condesa de Barcelona, doña María de las Mercedes, abuela paterna de S. M el Rey.