La guitarra es un instrumento cordófono que, desde finales del siglo XVIII hasta las primeras décadas del siglo XIX, irrumpió con fuerza en los espacios sonoros de la sociedad española. Un periodo que coincide con el establecimiento del clasicismo guitarrístico en el que abundaban los maestros constructores de estos instrumentos. Un buen ejemplo es esta guitarra, datada en 1818, y realizada por Juan Riudavets ―natural de Mahón― y dedicada al monarca Fernando VII. Un instrumento que destaca tanto por su cuidada construcción como por la delicada decoración realizada en marquetería. Presenta seis cuerdas simples, una caja de madera de palosanto y una tabla armónica de conífera. Respecto a los motivos que la adornan, se aprecia en la tapa con boca fusiforme la representación de la corona real y bajo el puente de la caja armónica el retrato de perfil del rey Fernando VII, acompañado de una filacteria alegórica. Los aros están decorados con escudos alternados con aros, ramos y palmas y la tapa trasera con un ángel y una cartela con topónimos bajo la que se sitúa el puerto menorquín de Mahón junto a un gran lazo ornamental. El clavijero presenta motivos decorativos simbólicos: corazón, balanza y león. Además de esta decoración, Riudavets realizó dos inscripciones en las que por un lado dejaba clara su autoría: «Al QUE ISO ESA ES JUAN RIUDAVETS NATURAL DE MAHON SEPTIEMBRE DE 1818» y, por el otro, se posicionaba junto al monarca Fernando VII: «QUIEN DE CORAZON DESEA DEFENDER A V. R. M. SOI IO, JUAN RIUDAVETS».
Texto: María José Suárez Martínez