La colección de juegos y diversiones conserva la parte central de un Praxinoscopio: se trata del cilindro central con el tambor de espejos. Originalmente, apoyaba en una base de madera, que contaba con una manivela para hacer rotar una tira de cartón con imágenes impresas que se reflejan en los espejos del tambor. Sobre el prisma central de espejos, se coloca un candelabro con vela y pantalla, con objeto de verlo por la noche. Las tiras de cartón (se conservan 10) son intercambiables. Falta la base de apoyo con la manivela, el vástago central, la vela y pantalla y algunos cristales.
En los años 30 del siglo XIX se crearon distintos juguetes ópticos destinados a ofrecer la ilusión del movimiento mediante secuencias de imágenes que pasaban ante distintos tipos de obturador. Entre ellos, destaca el Zoótropo, inventado en 1834 por el inglés William George Horner, compuesto por un tambor circular con unas ranuras, a través de las cuales mira el espectador los dibujos dispuestos en tiras sobre el tambor que, al girar, dan la ilusión del movimiento. La invención del Praxinoscopio por el francés Émile Reynaud supone un perfeccionamiento del Zoótropo: las ranuras eran sustituidas por 12 espejos rectangulares situados en el interior del tambor, los cuales reflejaban las imágenes de la banda, dando una sensación de movimiento menos repentino, más pausado y con más luminosidad que el Zoótropo, ya que se eliminaba el tiempo de obturación. El Praxinoscopio proporciona una secuencia nítida, una animación estable donde las imágenes se fusionan y logran el efecto animado.
El exitoso invento de Reynaud recibió una mención honorífica en la Exposición Universal de Paris de 1878. El Praxinoscopio fue completado y mejorado en los años siguientes por su autor: en 1879 con el Praxinoscopio-Teatro y en 1888 con el Théâtre Optique.