Cómoda chinesca
Manufactura europea
Descripción
A partir de finales del S.XV, pero sobre todo desde el S.XVI, tiene lugar un cambio en la concepción global del mundo gracias a la generación de una verdadera Historia Universal; la aparición de nuevas rutas comerciales y el intercambio de productos e información entre los habitantes de Europa y Asia a través fundamentalmente del Galeón de Manila originó un gusto entre los europeos por las artes y el conocimiento provenientes de Oriente que se prolongó durante varios siglos.
Este intercambio de objetos suntuarios, dominado inicialmente por españoles y portugueses, será el causante de la presencia y difusión primero en la península Ibérica y luego en el resto de Europa de abanicos, porcelana o textiles, que pasarán a convertirse en símbolo de riqueza y exclusividad entre la monarquía y la nobleza. Reseñable será en la difusión de lo oriental el papel de Catalina de Austria, reina de Portugal y responsable de la difusión del abanico, y más tarde la actividad Felipe II, bajo quién se crea en 1571 el ya citado Galeón de Manila, una vía de comercio establecida entre Filipinas y Acapulco y que facilitaba la conexión entre Europa y lugares tan lejanos como Japón, Indonesia, Siam, Malasia, Ceilán y Persia.
Este gusto por lo oriental, lejos de desaparecer, irá in crescendo a lo largo del S.XVII hasta llegar a su cénit en el S.XVIII, momento del auge del rococó, movimiento cultural íntimamente ligado a lo exótico que potenciará no sólo la importación de objetos a través de la via orientalis sino la imitación de los mismos, fundiendo sus técnicas y características formales con las europeas en piezas de nueva creación. Es así que se desarrollan las denominadas chinoiseries o imitaciones a la chinesca, sobresaliendo entre todas ellas en España la realización de los paneles ornamentales para la Sala de Porcelana del Palacio Real de Aranjuez y que continuarán conviviendo con la importación de objetos de manufactura asiática, pudiendo destacar a Isabel de Farnesio como una de las grandes coleccionistas de arte oriental de la centuria.
Pero además de la porcelana, una de las técnicas más imitadas en Europa será la de la laca, empleada tanto en la ornamentación de mobiliario como de instrumentos musicales o útiles de aseo, entre otros, y muy apreciada por su brillo y resistencia. En el caso de esta pieza, nos encontramos que la técnica de la laca se presenta sobre una de las tipologías más comunes de mobiliario en el S.XVIII destinada a albergar distintos tipos de objetos que durante los siglos anteriores eran almacenados en arcas y baúles: la cómoda.
Este mueble, datado en el último tercio del S.XVIII, es un perfecto ejemplo de todo lo expuesto hasta el momento. Tipológicamente hablando se enmarca dentro del estilo Luis XV: cuatro patas galbeadas que apoyan en pezuñas de cabra sustentan la pieza, articulada en dos cuerpos con tres cajones, uno en el inferior y dos de menor tamaño en el superior, así como cajones falsos en los laterales. Las aplicaciones doradas, tanto del faldón como de los ángulos, bocallaves y patas están realizadas en madera en lugar de bronce, algo habitual en el S.XVIII en el mobiliario tanto español como italiano según indica Ordóñez Goded. Estos elementos muestran la forma típica del repertorio del mobiliario rococó francés, encontrando tanto cartouches como haricots que, a pesar de su composición asimétrica, decoran con gran equilibrio la superficie. Completan la cómoda el tablero de alabastro y los tiradores, éstos de hierro torneado y dorado.
El laqueado, por su parte, realizado en tonalidad negra, muestra una serie de motivos decorativos realizados en ocre y dorado, encontrando guirnaldas de elementos vegetales en el espacio libre entre los cajones y, en éstos, toda suerte de escenas de carácter chinesco que muestran a diversos personajes ataviados a la moda oriental portando abanicos y a cuyas espaldas se aprecian diferentes construcciones, ya sean puentes, templos o viviendas.
Se convierte este mueble, simbiosis de influencias francesas, españolas y orientales en una pieza cuya producción se vuelve difícil de ubicar, atribuyéndole Ordóñez Goded origen español, si bien García Fernández considera que podría haberse construido tanto en España como en Italia.
Ficha técnica
Bibliografía
- VV.AA. Oriente en Palacio. Tesoros artísticos en las colecciones reales españolas. Madrid, 2003, Patrimonio Nacional.
- ORDÓÑEZ GODED, CRISTINA. De lacas y charoles en España: S.XVI - XIX. Tesis doctoral, Madrid, 2016.