La coronación de espinas
Taller del Bosco
Descripción
Es una de las escenas más dramáticas de la Pasión de Cristo adscritas al ámbito del Bosco. Su inclusión en un círculo concede al tema una dimensión cósmica, como la Mesa de los Pecados Capitales o el tapiz del Carro del heno. También resulta muy novedoso el presentar a Cristo mirando al espectador de forma tan directa muy acorde con la “devotio moderna”, así como el que aparezca con un manto blanco y no púrpura como indican los Evangelios. A su izquierda, un sumo sacerdote judío, portando un cetro ornado con una efigie de Moisés con las tablas de la ley; y detrás otro espectador más, vestido elegantemente, que algunos investigadores consideran que sea un autorretrato del Bosco. A su derecha figuran tres verdugos con fisonomías caricaturescas, uno de ellos con un broche con el águila bicéfala imperial, como representante del poder civil. En torno al globo terrestre, se representa en grisalla parda una lucha caótica entre ángeles y diablos por la salvación del hombre.
El éxito de esta composición lo confirman las distintas versiones casi idénticas existentes, como la del Museo de Bellas Artes de Valencia, que presenta la particularidad de mostrarse en un tríptico con las puertas laterales del Prendimiento y la Flagelación, o las de la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid o Museo Provincial de Segovia. El ejemplar de mayor calidad artística es el de El Escorial, razón por la que se ha venido considerando como un original de época tardía del pintor, por la técnica tan evolucionada y el empleo del extraño fondo dorado. Las imágenes reflectográficas no revelan cambios de composición, aunque sí un abundante dibujo subyacente que se limita a marcar el volumen y los rasgos de las figuras, detalles que aparecen visibles en la superficie pictórica, así como subraya el particular sombreado a base de líneas formando rombos sobre el fondo de oro. En la actualidad se tiene claro que el Bosco contó con un grupo de colaboradores artística y técnicamente muy homogéneo, que debió continuar a su muerte, momento en el que debería situarse la ejecución de esta tabla, partiendo posiblemente de un modelo perdido del Bosco.
La tabla llega al Monasterio de El Escorial en 1593, procedente de la almoneda de Fernando de Toledo (+1591), Gran Prior de la Orden de San Juan e hijo natural del gran duque de Alba, a quien acompañó en sus hazañas militares por Alemania, Flandes, Italia y Portugal.