En su origen fue pieza de uso profano y doméstico, aunque a veces se destinó a usos religiosos. Es un jarro, denominado de pico por el adorno de su boca, que por la función y el tipo que tiene no debe confundirse con la jarra, que tiene dos asas y sirve, en ocasiones, como florero.
Su función era servir agua en la mesa tanto para beber como para lavar las manos. Por eso, en los documentos históricos a veces se cita como jarro aguamanil. En ese caso, el agua vertida sobre las manos caía en una fuente. Son muy raros los juegos completos que han llegado hasta el presente. El que acompañaba a este jarro se perdió.
A fines el siglo XVI se distinguieron dos modelos de jarro, teniendo en cuenta su procedencia geográfica: Valladolid o Sevilla. La diferencia se aprecia en el cuerpo cilíndrico, en la base, en el pico del jarro y sobre todo en la forma del asa. Los jarros castellanos llevan asa en figura de siete, mientras que los sevillanos presentan un asa denominada de cinco.
El cuerpo de este jarro de tipo vallisoletano, con boca circular y sin tapador, es de aspecto cilíndrico. El asa tiene forma de C, propia del siglo XVII, arrancando desde la boca y elevándose un poco sobre ella. El pico, adosado al cuerpo del vaso, tiene borde recto y perfil adornado con un pequeño mascarón. El pie es circular y de diámetro menor que el del cuerpo, con cuello muy corto y moldurado entre ambos. El cuerpo tiene en su parte alta un friso entre molduras y está ornamentado con espejos, tornapuntas, puntas de diamantes, cintas y adorno picado de lustre. Gallones en la parte baja del cuerpo.
García de Sahagún, hijo del platero Alonso de Sahagún, nació en Zamora en 1551 y murió en Madrid en 1617. En 1575, ya se hallaba en la Corte, pues figura en la relación de miembros fundadores de la Cofradía de San Eloy de Madrid. Trabajó para la infanta Isabel Clara Eugenia entre 1591 y 1592 y fue platero de la reina Margarita desde 1599 a 1611. Fue marcador de corte primero en Valladolid y después en Madrid, en esta ciudad, desde 1596 a 1617. Trabajó también para el duque de Lerma desde 1602 a 1607.
No se conoce marca personal de artífice por lo que Sahagún pudo marcar las piezas como artífice o como marcador. La marca de Corte que empleó fue el último eslabón del collar de la Orden del Toisón de Oro con el vellón colgante, tal como aparece en este jarro del Palacio Real. La marca personal G/SAHA/GV es la misma que figura en el jarro del Museo Arqueológico Nacional de Madrid, por lo que pudo ser el artífice de esta pieza. Otro jarro suyo similar a éste se conserva en el Instituto Valencia de don Juan de Madrid.
Con la llegada de la dinastía borbónica, el jarro de pico se sustituyó por el jarro francés de estilo y tipología totalmente diferente.