Tibores del Comedor de Gala del Palacio Real de Madrid
Manufactura china
Descripción
La gran mayoría de las piezas de porcelana oriental conservadas en los Palacios Reales españoles se incorporaron a las Colecciones Reales en el siglo XVIII, principalmente durante los reinados de los monarcas Felipe V e Isabel de Farnesio, y en menor medida con Fernando VI y Carlos III. Con la llegada de la nueva dinastía borbónica se introduce la moda de ornamentar las estancias palaciegas de mayor privacidad, como dormitorios y gabinetes, con numerosas piezas orientales, combinadas con producciones europeas que imitaban las obras chinas y japonesas.
En el Comedor de Gala del Palacio Real de Madrid se presentan doce magníficos tibores de porcelana china, ejecutados en diversos estilos, cuyas tapaderas se coronan con el clásico León de Fo y la flor de loto, tradicionales símbolos budistas. Habitualmente los tibores se disponían en parejas formando pendant pero podían asimismo combinarse en juegos de 3, 5 e incluso 7 piezas.
Tibores de las aves nº inv. 10003395 y 10003406. Estas piezas forman pareja y su decoración se dispone simétricamente, lo que indica que no fueron realizados en serie, sino muy probablemente por encargo. El tema principal que ocupa casi toda la superficie decorativa, consiste en dos fantásticas aves, una en el suelo y otra en una rama, que se miran contorsionándose. Múltiples colores componen las plumas de sus exuberantes penachos y colas, al igual que las peonías y flores de ciruelo sobre las que revolotean todo tipo de pájaros e insectos. Este tema simboliza la opulencia y la belleza, pues las aves protagonistas son dos míticos feng-huang, es un motivo típicamente femenino y su destino más pertinente sería el de ordenar los aposentos de una reina. La aparición de insectos no es muy frecuente en este tipo de piezas, aunque la mayoría son símbolos chinos de primavera y renacimiento; cabe destacar la exactitud y maestría con las que están representados. La tipología decorativa obedece al de una "Familia Rosa" tardía, realizada en la segunda mitad del siglo XVIII, muy posiblemente en el reinado de Qianlong (1736-1795).
Tibores mil flores nº inv. 10003397 y 10003404. Adornados con incontables flores, se trata de una pareja de porcelana Imari china, decorado con el típico estilo mil flores al gusto del momento en el que se realizó, concretamente en la segunda mitad del siglo XVIII. A pesar de la abundancia de flores, estas no forman una retícula apretada sino que se disponen de forma más holgada, dejando ver al fondo la blancura de la porcelana, y se ubican más naturalmente, surgiendo de las cestas o brotando de las ramas. La base emplea un tipo de tema ya repetido que se emplea incansablemente en este tipo de piezas. En este caso son los Ba-Bao u “ocho cosas preciosas” aunque aquí sólo aparecen representadas tres de ellas: del símbolo de la victoria cuelgan alternativamente la piedra de jade y una joya.
Un conjunto excepcional de piezas metálicas cubiertas con esmaltes porcelánicos es el formado por los tres tibores denominados Tibores del Fénix (nº inv. 10003402, 10003403 y 10003398). La policromía es muy llamativa; sobre un fondo blanco denso resaltan los vivos rojo, rosa, naranja, amarillo, verde, azul y dorado. El tibor aparece decorado al gusto chino: una sola escena rodea continuamente la pieza ocupando toda la superficie. El motivo principal consiste en cuatro exóticos feng-huang (el símbolo de la emperatriz, del calor, del verano y del sur) aves que, aunque no se corresponden con nuestro mítico fénix, son siempre símbolo de buen augurio y felicidad. El sentido artístico del autor de estas piezas es digno de alabanza, porque supera el mero afán decorativo: los feng-huang vuelan con las alas desplegadas, se contorsionan y enredan sus colas serpentinas entre las ramas y las flores, destacando las enormes peonías.
Los dos tibores nº 10003396 y 10003405, se ornamentan con escenas de caza de estilo desenvuelto y tardío, mediante el empleo del azul de cobalto. Es un paisaje apacible y despejado, escalonado al gusto europeo, que sigue la modalidad de la “distancia a nivel” o Ping yuan. El paisaje está compuesto por casitas, árboles, matorrales, rocas y montañas pequeñas y lejanas, contrastando con el paisaje tipo taoísta, en el que la naturaleza resulta inaccesible para el hombre. Vemos tres escenas de caza que protagonizan cortesanos chinos. Dos cazadores van a caballo, persiguiendo ciervos y gacelas, ayudados por perros. Otros tres personajes se dedican a cazar un gran felino; estas escenas de cacería no son extrañas en la iconografía china, las encontramos ya en bronces y en la cerámica antigua y están desarrolladas ampliamente en la pintura.
Un excelente ejemplo de las piezas "Familia verde", estilo creado durante el reinado del emperador Kangxi (1662-1722), son los tres tibores nº 10003400, 10003401 10003399, si bien la decoración abigarrada y superpuesta, así como la decoración y mezcla extravagante de elementos, definen más el gusto europeo que el chino, tendente a las composiciones libres de simetría en las que el fondo verde o blanco puede representar un papel expresivo. Bajo el título de familia verde se engloban unas piezas de porcelana buena aunque pesada, decoradas de forma muy variada, con numerosos colores fuertes (en chino, sólidos o yingcai), entre los que predomina el verde, con gran multiplicidad de tonos (hasta ocho verdes) e infinidad de matices, en su mayoría derivados del óxido de cobre, que suelen mostrar irisaciones y reflejos metálicos.
Ficha técnica
Bibliografía
Carmen García-Ormaechea Quero, «Los tibores de Isabel de Farnesio y La porcelana de Palacio Real», en Marina Alfonso Mola y Carlos Martínez Shaw (coms.), Oriente en Palacio : Tesoros asiáticos en las colecciones reales españolas [cat. exp. Madrid, Palacio Real, marzo-mayo 2003]. Madrid, Patrimonio Nacional, 2003, pp. 215-239.