Esta daga corresponde a un tipo nazarí conocido como “daga de orejas” por la forma y disposición de los dos apéndices discoidales en los que se divide su pomo. Esta daga es la única de segura procedencia nazarí y la de cronología más temprana entre las conocidas de su género. El carácter lujoso de la decoración no es debido exclusivamente al uso de materiales ricos, si no al elegante diseño y al sobrio juego cromático del marfil tallado desarrollando cordones de la eternidad, piñas, palmetas, veneras y lacerías. En la hoja destacan jaculatorias grabadas al aguafuerte y doradas, técnicas inusuales en el arte nazarí. En la vaina ostenta el escudo real del sultanato nazarí.
Las dagas de orejas son consideradas, junto con las espadas jinetas, como la aportación más importante de la panoplia nazarí. Su origen es probablemente norteafricano, pero carece de antecedentes que determinen con claridad su procedencia. En cualquier caso, alcanzaron gran difusión en España entre los siglos XV y XVI, motivo por el cual fueron introducidas en Italia a principios del siglo XVI y conocidas en el resto de Europa.
Esta daga se relaciona tradicionalmente con la figura de Muhammad XII, Boabdil, al encontrase entre las armas e indumentaria que al parecer llevaba al ser capturado en 1483 durante la batalla de Lucena por las tropas de Diego Fernández de Córdoba, a quien fueron cedidas por los Reyes Católicos. La historia del trofeo no ha sido sin embargo suficientemente aclarada. En cualquier caso el lote se encontraba hacia 1875 en casa de los marqueses de Villaseca, siendo divido en 1901. La mayor parte ingresó en el actual Museo del Ejército de Madrid, mientras que la daga pasó a formar parte 1927 de las colecciones de la Real Armería tras haber sido presentada al rey Alfonso XIII.